San Francisco de Asís nació en Asis, Italia, entre 1181 y 1182, murió el 3 de Octubre de 1226 y fue el fundador de la orden franciscana.
Su padre era comerciante y su madre pertenecía a una familia noble, por tanto, estaban en una situación económica muy buena. El joven durante muchos años vivió de forma despreocupada pero tras la guerra contra el Sacro Imperio Romano Germánico, fue hecho preso.
Tras su salida de la cárcel, decidió cambiar su vida para dedicarse a Dios y a los más pobres. Su padre, se negó a aceptar la decisión que había tomado su hijo castigándole severamente. Aún así, el continuó con una vida dedicada a Dios en la pobreza y la humildad.
Lo primero que hizo tras huir de su padre fue dedicarse a reconstruir iglesias y poco a poco comenzaron a seguirle nuevos discípulos formándose una congregación de ayuda a los necesitados.
En 1209, se presentó ante el papa Inocencio III para pedirle que aprobara la orden y, aunque en un principio se negaba, finalmente accedió. La Orden Franciscana rápidamente se extendió, y junto con otras órdenes como la de Cluny, promovió una reforma de la Iglesia Católica.
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