El estilo románico normalmente se utilizaba para la construcción de iglesias y monasterios.
El carácter religioso de las construcciones hacía que la planta de la mayor parte de ellas fuera de cruz latina con 3 o 5 naves, aunque también hubo algunas de planta basilical en herencia de las antiguas basílicas romanas.
El principal avance que caracteriza a este estilo es la bóveda de cañón que tiene forma de semicírculo.Sin embargo, este tipo de bóveda necesitaba unos muros muy gruesos para sostenerla debido al gran empuje que ejercía.
Para evitar que se cayeran, los arquitectos diseñaron un elemento que resolvía este problemas: Los contrafuertes, pequeñas partes del muro bastante mas gruesas que ayudaban a sujetar toda la construcción.
A pesar de haber mejorado la estabilidad del edifico, no se podían construir grandes ventanales ya que los muros gruesos y los continuos contrafuertes que se necesitaban no dejaban espacio para ellos.
Por último este vídeo resume todos los aspectos arquitectónicos del románico:
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