La Pintura Románica

La pintura románica tiene una función didáctica muy importante ya que era la mejor forma de instruir en la fe cristiana en un mundo donde casi la totalidad de la población era totalmente analfabeta. Debido a este carácter pedagógico, la pintura es muy iconográfica.

Los principales temas que se trataban eran las enseñanzas de Cristo, la vida de los Apostoles y otros Santos, y algunas escenas del Apocalipsis.

En el apartado técnico, la mayor parte de las obras usaban la técnica del fresco aunque en ocasiones también se pintaba sobre tabla. Las imágenes representadas carecían de perspectiva y la antomía de las figuras estaba muy desproporcionada.

En los ábsides de las iglesias a menudo se encontraba el Maiestas Domini, tomado del Pantocrátor bizantino, donde aparece una imagen de Cristo presidiendo el templo.


En otras iglesias, en vez del Maiestas Domini, aparecía el Maiestas Mariae, una representación de la Virgen María sosteniendo en su brazos al niño Jesus.