En el siglo II d.C., Trajano realizó una gran ampliación del foro, y entre los nuevos edificios construidos, se encontraba el mercado de Trajano. Aunque las basílicas realizaban ya esta función, el emperador quiso dedicar un área más grande al comercio pues era una actividad cada vez más importante.
En el mercado había todo tipo de tiendas, que en latín se llamaban tabernae, que vendián productos como aceite, vino, pescado, frutas y verduras.
Durante la Edad Media se siguió utilizando aunque sufrió muchas transformaciones: se le añadieron nuevos pisos y una torre conocida como Torre de las Milicias levantada en el año 1200. También fue construido un convento, pero fue derribado a principios del siglo XX con el fin de preservar al máximo el mercado original.
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