lunes, 26 de octubre de 2009

La cronología de Roma (II): La República

Los primeros años tras la caida de la monarquía romana no supusieron un gran cambio respecto al funcionamiento de la política en la ciudad. Los dos cónsules que regían el senado romano tenían los mismos poderes que los anteriores monarcas aunque, a diferencia de antes, los cónsules eran elegidos democráticamente cada año. Ambos tenían todos los poderes, el político, el religioso y el militar, pero uno podía vetar las decisiones del otro. Posteriormente se produjeron cambios que limitaron los poderes de los cónsules con la aparición de las magistraturas, órganos de gobierno regidos por magistrados y que se encargaban de alguno poderes que antes tenían los jefes del gobierno. Algunas de estas magistraturas fueron la de pretor, que reunía las potestades judiciales de los cónsules, y la de censor, que poseía el poder de controlar el censo.

Durante este periodo histórico Roma dejó de ser una ciudad-estado con apenas 35.000 habitantes a dominar la península itálica en primer lugar, y mas tarde la mayor parte del mediterráneo.

Los primeros siglos de la República vieron la progresiva conquista de la Italia peninsular por parte de Roma. El instrumento de conquista utilizado era la legión, que estaba compuesta por ciudadanos reclutados en tiempos de guerra. A medida que avanzó la expansión, Roma utilizó los contingentes de las ciudades dominadas y aliadas como tropas auxiliares.

Las principales guerras en las que se embarcaron los romanos fueron las Guerras Latinas, que otorgaron a la República de Roma el control de todo el territorio del Lacio y las Guerras Samnitas en las que los samnitas, uno de los pueblos de la península se opuso al creciente poder Roma.

Mas tarde Roma venció sucesivamente a los pueblos del Lacio, a los etruscos, a los galos que se habían instalado en la llanura del Po y las ciudades del sur de Italia dejando toda la península bajo el poder de Roma.


La república media



A partir de mediados del siglo III a. C., Roma inició una larguísima serie de guerras que la llevaron a dominar el mundo mediterráneo. Conquistó Cartago en las Guerras Púnicas, Hispania, Baleares, Corcega, Cerdeña, la Galia y Sicilia, de donde expulsó a los griegos.

En el Mediterráneo oriental, Roma se enfrentó a los monarcas de los estados helenos surgidos de la herencia del imperio de Alejandro Magno: Filipo V en el año 197 a. C., Perseo en el 168 a. C. en las Guerras Macedónicas, Antíoco III de Siria en el 189 a. C. en la Guerra Romano-Siria y Macedonia, Acaya y Epiro  en el año 146 a. C. Átalo III de Pérgamo legó su reino a Roma en el año 133 a. C., una parte del cual se convirtió en la provincia romana de Asia.

Estas conquistas comportaron una verdadera revolución económica pues el botín, las indemnizaciones de guerra y los tributos pagados por las provincias enriquecieron al estado y a los patricios.

Como era de esperar, la rápida expansión trastocó también el frágil equilibrio social de la República porque los esclavos, cada vez más numerosos;  muchos pequeños campesinos italianos, que se vieron forzados a emigrar a Roma debido a la pobreza; y los habitantes de los territorios ocupados, estaban descontentos por la explotación a la que estaban siendo sometidos por sus gobernantes y deseaban la igualdad con los ciudadanos romanos.

Estas reivindicaciones colmaron con las revueltas encabezadas por Espartaco en el 73 a.C.




La república tardía


A finales del siglo II a. C., la República romana entro en una nueva etapa, dentro de su nueva posición de hegemonía mundial, tras haber destruido o debilitado a todas las grandes naciones que pudieran haber representado una amenaza para su propia supervivencia.

En esta nueva era, el mayor problema de la República era ella misma: los nuevos conflictos ideológicos y propiciados por el enorme éxito romano, saturaron las antiguas instituciones republicanas y las llevaron a una  crisis que fragmentó la sociedad romana. La República se vio sacudida por nuevas reivindicaciones sociales por parte de los propios pueblos italianos aliados de Roma quienes soportaban el peso de las campañas militares y ni poseían la ciudadanía romana ni se beneficiaban de las ganancias de las conquistas.

Paralelamente, la aristocracia y la clase política, se benefició enormemente de las nuevas conquistas y aumentaron su poder y riqueza. Las grandes fortunas permitieron la compra de votos con el único propósito de servir al aumento del poder personal a expensas de la legalidad.

Este decaimiento provocó 4 Guerras Civiles y multitud intentos de usurpar el poder del senado como en la Conspiración de Catilina, denunciada por Cicerón. Además las ansias de poder de algunos personajes importantes de la vida romana llevaron a crear alianzas para el control del senado conocidas como Triunviratos.


El primer Triunvirato estaba formado por Marco Licinio Craso, Julio César y C. Pompeyo Magno:


Pompeyo era enemigo declarado de la nobleza, Craso era poderoso por su inmensa riqueza y César tenía la habilidad del auténtico político. Pompeyo rompió con César y se reconcilió con la nobleza envidioso de la gloria militar ajena y en consecuencia, el triunvirato se debilitó muy pronto.

El segundo Triunvirato estuvo formado por Octavio Augusto, Marco Antonio y Marco Emilio Lépido.
Se hizo cargo del gobierno desde el año 43 a. C. pero tambien supuso un gran fracaso tras el asesinato de César.

El fin de la República

Poco a poco, la envidia de Octavio hacia Marco Antonio y Lépido les llevó a pelerse entre ellos.El primero que cayó fue Lépido, que fue apartado de la vida publica por Octavio, un maestro de la propaganda, y que hizo que el pueblo tuviera una opinion contraria a su rival.

Aún quedaba Marco Antonio que vivía junto a Cleopatra en Egipto, pero Octavió declaró que este era inutil para el senado y le declaró la guerra. En la batalla de  Accio, en el 31 a. C., los dos bandos se enfrentaron: Marco Antonio y Cleopatra fueron derrotados suicidándose poco tiempo después.

Con todos los enemigos politicos eliminados Octavio pasó a llamarse Augusto y se convirtió en el primer emperador romano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario