sábado, 24 de octubre de 2009

La cronología de Roma (I): La Monarquía


La historia de Roma como nación se constituyó como un elemento muy importante en el desarrollo del mundo antiguo y el posterior paso a la Edad Media.

En posts anteriores hemos visto el origen mitológico de la ciudad de Roma en el que se dice que se remonta al 753 a.C. Actualmente se conoce que se fundó a finales del siglo VII a.C. por Lucio Tarquino Prisco, según la tradición el 5º rey de Roma, aunque realmente fue el primero. Gracias a la gran capacidad de planificación que caracterizó a los primeros gobernantes, la ciudad fue creciendo ampliando su territorio hasta ocupar todo el Lacio y convirtiéndose en un enclave del comercio marítimo del mediterráneo.



En los albores de esta civilización la forma de gobierno era la monarquía donde los reyes eran elegidos de forma vitalicia por los propios ciudadanos. Aunque no existen referencias sobre la línea hereditaria de los primeros cuatro reyes, a partir del quinto parece ser que el poder lo heredaban las mujeres de la realeza.

El poder de los reyes tampoco está del todo claro pues los historiadores antiguos, decían que el monarca tenía los mismos poderes que los posteriores cónsules, y los modernos afirman que el pueblo tenía el poder supremo y que el rey tan solo era la cabeza ejecutiva del Senado.

Lo que si se sabe con seguridad es que el rey era reconocido por el pueblo como la cabeza de la religión nacional, el jefe ejecutivo religioso y el mediador ante los dioses, por lo cual era reverenciado con temor religioso. Tenía el poder de controlar el calendario romano, dirigir las ceremonias y designar a los cargos religiosos menores. Se dice que fue Rómulo quien instituyó el cuerpo de augures,los encargados de interpretar los designios de los dioses, siendo él mismo reconocido como el más destacado entre todos ellos, de la misma forma que Numa Pompilio instituyó los pontífices, atribuyéndosele la creación del dogma religioso de Roma.

Además de la autoridad religiosa, el rey era investido con el poder militar y judicial supremo mediante el uso del imperium. El imperium del rey era vitalicio y siempre lo protegía de ser llevado a juicio por sus acciones. Al ser el único dueño del imperium de Roma en esta época, el rey poseía autoridad militar indiscutible como comandante en jefe de todas las legiones romanas.

Fueron siete los reyes que ,tradicionalmente se cree, mandaron sobre este periodo aunque se duda de la existencia de los cinco primeros:

  • Rómulo 753 a. C. al 716 a. C.
  • Numa Pompilio 715 a. C. al 674 a. C.
  • Tulio Hostilio 673 a. C. – 642 a. C.
  • Anco Marcio 642 a. C. – 617 a. C.
  • Tarquino Prisco 616 a. C. – 579 a. C.
  • Servio Tulio 578 a. C. – 535 a. C.
  • Tarquinio el Soberbio 535 a. C. – 509 a. C.

El último de los reyes fue Tarquino el Soberbio, hijo de Tarquino Prisco, y de origen etrusco. Tarquino abuso de la violencia y del asesinato para mantener el control sobre Roma derogando incluso algunos derechos constitucionales.

El momento clave en la desaparición de la monarquía sucedió cuando permitió la violación de una patricia romana por su propio hijo. Un pariente de la chica convocó al senado que decidió la expulsión del rey, el fin de la monarquía y el comienzo de una nueva época.

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